Una pasión rusa – Reyes Monforte

Una pasión rusa – Reyes Monforte

En medio de mis lecturas sobre el Tercer Reich y la revolución rusa, recibí un correo en el que, un amigo lector me decía que, conociendo mi interés por los temas de historia y la música clásica, me recomendaba una novela histórica: Una pasión rusa, de Reyes Monforte. Brevemente me comentó de qué trataba. El tema me interesó.

Desde el inicio, la novela captó mi atención al encontrar a la protagonista en uno de los campos de prisión y trabajos forzados que conformaron ese siniestro sistema conocido como gulags. Es Carolina Codina Nemiskaya, la primera esposa del compositor y pianista ruso Sergéi Prokófiev y fue conocida como Lina Prokófiev.

Al leer esas páginas se aprecia que hay una exhaustiva investigación por parte de la autora, lo que le permitió tejer una historia en la que están presentes personajes reales y situaciones que ocuparon un lugar en la historia.

No es un libro de historia, pero sí es una novela histórica que permite dar una mirada a una época que estuvo enmarcada por el período de entreguerras, en el que están presentes los movimientos culturales, literarios, sociales y políticos; así como los nombres de personajes tan diversos como las actrices Greta Garbo, Joan Crawford, Marlene Dietrich; el escritor y periodista Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Federico García Lorca, Jean Cocteau, la diseñadora Coco Chanel, el escritor y poeta Boris Pasternak, los poetas Osip Mandelstam y Vladimir Maiaskovski; la cantante Vera Davidova, la bailarina Galina Ulanova, el director de cine Sergéi Eisenstein; músicos y compositores de la talla de Dmitiri Shostakovich, Nikolái Miaskovski e Igor Stravinski; también aparecen  Iósif Stalin, Viacheslav Molotov, Nikolái Yezhov y muchos más.

Todos esos nombres traían a mi mente las lecturas que estuve haciendo de los artículos periodísticos escritos por Hemingway que retratan el París de aquellos años, incluidos en Sobre París; los libros sobre la revolución rusa, la Unión Soviética, la segunda guerra mundial y el Tercer Reich; también están presentes las siniestras entidades que quedaron como ejemplos de la tiranía del totalitarismo soviético, como la Lubianka, la NKVD, las prisiones que formaron el sistema de los Gulag. La autora retrata la sociedad soviética, especialmente en los años en que Stalin estuvo en el poder; una sociedad en la que imperaba el acoso, la desconfianza, el adoctrinamiento, las denuncias, los interrogatorios y en las que cualquiera podía convertirse en sospechoso para el aparato comunista y terminar muerto o internado en un campo de trabajo en donde el frío y el hambre acabarían con muchos de los condenados.

Las páginas de Una pasión rusa muestran esos tiempos de terror y persecución que se vivieron en lo que fue la Unión Soviética y, en medio de esa atmósfera, Monforte se encargó de tejer la historia que capta la atención del lector.

Por cierto, también están las descripciones de la vida en París, con los artistas, escritores, poetas, intelectuales y modistas que dieron un marco muy característico a la capital francesa en los años previos a la segunda guerra mundial; fue un contexto que Hemingway lo plasmó en París era una fiesta.

Los conciertos y sinfonías creadas por Prokófiev, sus momentos de inspiración y concentración para la escritura musical, los ensayos, y todo lo que se relaciona con el mundo musical que rodeó a los dos protagonistas, dan el tono esperado para esa pasión rusa que da el título a la novela; una pasión que se verá enfrentada al terror stalinista imperante en esos años.

La lectura de Pasión rusa también anima, al lector interesado, a buscar información sobre lo que la autora muestra narra en esas páginas.

No entraré en detalles sobre el contenido de la novela; solo recomiendo su lectura, por la historia contada con el estilo de Reyes Monforte y porque nos permite dar una mirada a un período de la historia del siglo pasado.

Carlos Tupiño Bedoya

Enero, 2022

Una pasión rusa. Reyes Monforte. Madrid. Espasa, 2015.